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Debates americanos sobre el sexo

Por Gisèle Ringuelet

 

Las consideraciones que plantearemos, referidas a las críticas que Alan G. Soble realiza a Tomas Laquer (1), en su artículo La historia de la Anatomía Sexual y la auto - referencia en la filosofía de la ciencia (traducción Lucia y Julia Loffler), son el producto de lecturas, comentarios y discusiones que tuvieron lugar en la reunión llevada a cabo el 14 de septiembre de 2.005 por los integrantes del módulo de investigación Cuerpo Cómplice - Cuerpo Adverso, perteneciente al Centro Descartes.

De forma directa o más o menos velado (chistes, ironías, relatos, etc.), tanto hombres como mujeres, niños y viejos, hablan del sexo; goce que Laqueur plasmó cuando escribió La naturaleza del sexo es el resultado no de la biología sino de nuestras necesidades de hablar al respecto.

Curiosamente, (como señaló Graciela Musachi), Soble considera esta afirmación un ambiguo comentario, para luego plantear que la pregunta: ¿cuántos sexos hay realmente entre los humanos?, más que una pregunta es una jugarreta. Perspectiva, esta última a la que adherimos.

De lo que se trata no es de quedar atrapados en esa dicotomía sino de escuchar cómo cada uno habla sobre el sexo; cuestión que Laqueur, considera importante pero no desarrolla en su investigación.

En su estudio, parte de las ideas, hipótesis e incluso representaciones gráficas que tenían los griegos sobre el sexo, recorriendo luego las ideas que van surgiendo en el siglo XVIII, para finalizar con algunas consideraciones aisladas de lo escrito por Freud.

En su investigación, Laqueur plantea la existencia de dos modelos sobre el sexo. El primero, fue el de un sexo único, que se mantuvo desde la antigüedad clásica hasta el Renacimiento. En este modelo masculino, el autor se remite a los escritos e ilustraciones de Aristóteles y Galeno, entre otros; en donde la vagina era considerada un pene invertido, mientras que el útero era visto como un escroto interno.

En oposición, se evidencia desde el siglo XVIII la emergencia del segundo modelo que se ha transformado en la distinción contemporánea entre femenino y masculino.

La hipótesis de Laqueur, es entonces la de señalar que ninguno de los modelos se desarrolló a partir de evidencias empíricas o avances de la ciencia. Ni el modelo del sexo único se elaboró a partir de evidencias empíricas, sino que incluso se mantuvo a pesar de ellas. Así como el nacimiento de los dos sexos no coincidió sino que precedió a los avances en la exactitud de la disección y de la ilustración anatómica.

Esto significa que la nueva teoría del sexo biológico fue creada por factores culturales, políticos, filosóficos y religiosos

Sus hipótesis basadas principalmente en las teorías de Kuhn y la tesis de Duhem - Quine (2) plantean que el pasaje de un modelo a otro se produjo mucho antes de que hubiera una garantía empírica disponible.

Para Laqueur, Una biología de jerarquía cósmica le dio lugar a una inconmensurabilidad, ligada al cuerpo, en el que la relación entre el hombre y la mujer no estaba dada como una de igualdad o desigualdad, mas bien de diferencia. Esto requirió interpretación y se convirtió en el arma de la batalla cultural y política”.

Además, Laqueur rescata que: la desaparición del placer femenino en los informes médicos sobre la concepción tuvo lugar mas o menos al mismo tiempo que el cuerpo femenino dejó de ser considerado como una versión menor (modelo del sexo único), para pasar a ser un opuesto de mucha menor entidad (modelo de los dos sexos). Los orgasmos que habían sido propiedad común, aparecían ahora separados. Subrayando que la existencia e incluso el rol del placer femenino no reside en la biología sino en la cultura.

Ahora bien, si bien Alan G. Soble, siguiendo sus ideales de cientificismo, intenta negar la validez de la investigación de Laqueur; consideramos como ya lo sugiere el propio titulo del trabajo de Soble, que la principal crítica que éste plantea es el riesgo que implica la auto-referencia.

Crítica que hace extensiva a otros investigadores, como la filósofa feminista e historiadora de la ciencia Evelyn Fox Keller y a la historiadora Alice Dreger. Al respecto Soble dice: Laqueur, a pesar de su evidente formación en filosofía de la ciencia, no exhibe ninguna sensibilidad al terrible riesgo de la auto - referencia por parte de un historiador de la ciencia (....); y más adelante afirma Keller parece no notar ni preocuparse que su crítica a la ciencia genera esta viciosa referencia personal (...).

De esta manera, podemos decir que Soble critica el constructivismo de Laqueur, el constructivismo lógico de Quine (tesis de Duhem – Quinean)(2); así como la primer explicación de cambio de paradigma de Khun (2), para fundamentar la investigación.

Desde una perspectiva popperiana y a diferencia de los autores citados que niegan la existencia de una verdad independiente de la teoría, Soble intenta incorporar la experiencia como necesaria para que un sistema científico pueda ser refutado. Interpretación que limita la lectura del texto de su adversario.

 

Para finalizar este breve comentario, plantearemos desde el psicoanálisis una tercer posición, para decir que los sujetos neuróticos que se analizan, lejos de tener certezas en relación a su sexo, se interrogan sobre el mismo y se plantean preguntas tales como: ¿ soy una verdadera mujer? ¿soy masculina? o ¿no soy muy impotente para ser hombre? ¿soy verdaderamente viril? etc, etc.

Dificultad que ya Freud vislumbró en 1915 cuando escribió en Tres Ensayos: en el caso de los seres humanos no hallamos una virilidad o una feminidad puras en sentido psicológico ni en sentido biológico; e incertidumbre que lleva a Lacan a decir que la neurosis es una pregunta y más precisamente que la histeria es una pregunta sobre el sexo Planteo que nutriéndose del lenguaje, precipita respuestas singulares al dilema.

Notas

  • Laqueur Thomas La construcción del sexo. Cuerpo y género desde los Griegos hasta Freud. Ediciones Cátedra Universitat de Valencia Instituto de la Mujer, 1994 (Primera edición en inglés 1990).

  • Monasalve Karen, Comentario sobre los paradigmas de Tomas Khun y la tesis de Duhem – Quine,

Bibliografía

- Soble Alan G. La historia de la Anatomía Sexual y la auto - referencia en la filosofía de la ciencia. Traducción Lucía y Julia Loffler (ficha de circulación interna del Centro Descartes)

 

 
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