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Círculo de Actualización en Psiquiatría

Curso Breve “Ian Hacking: Rescribir el alma” *

por Elena Levy Yeyati

Mi curiosidad surge exactamente cuando algo parece inevitable ¿Por qué intereses tan diversos se agruparon bajo (el nombre) memoria?

Ian Hacking

Dice Miller que decía Lacan que “en verdad, fundado en el discurso analítico, sólo existe el tipo clínico llamado “histeria”, y que los otros tipos clínicos que conocemos vienen de la psiquiatría...” Hay, sin embargo, una entidad clínica que, históricamente, se alojó en el campo de la histeria pero por fuera del discurso analítico: la personalidad múltiple. La investigación de Ian Hacking sobre el tema en Rewriting the soul constituyó el motivo de un trabajo que hicimos este año bajo la modalidad del Curso Breve en relación con problemas clínicos que surgen en la interfase psiquiatría- psicoanálisis.

1-Maneras de hacer clases: la creación del trastorno múltiple de personalidad

El historicismo de las clases psicopatológicas en que se fundan las tesis de Hacking permite distinguir dos momentos de la invención de la multiplicidad: uno en la Europa del siglo XIX y el otro en Norteamérica en pleno siglo XX. Según el autor, a mediados de 1800, la secularización del alma, hace que sus asuntos se rescriban en el saber científico como ciencias de la memoria (neurología localizacionista, psicología experimental, psiquiatría dinámica). Desde entonces una lesión metafórica del alma es la causa de sus males: el trauma. Las personalidades múltiples- originariamente una variedad de la histeria-, emergen según Hacking, en la intersección de nuevos saberes sobre el alma, sobre el yo y sobre la identidad que había dejado de ser única y trascendente. Luego de años de olvido, el sindrome reapareció en Norteamérica hacia 1980, junto con la promoción oficial de su nombre en el DSM III. El prototipo que contiene su descripción, sin embargo, difiere respecto de lo que se describió inicialmente como condition seconde. Otra curiosidad: según Hacking, a partir de los ’80, los psiquiatras comienzan a hablar de una prevalencia de la enfermedad que, en USA al menos, merece llamarse “epidemia de múltiples”. ¿Se trata de iatrogenia, de imitación o de lógica? El libro, intentando responder, revelará uno de los momentos del pensamiento de Hacking acerca de la lógica de clases de comportamientos humanos.

2-¿Múltiples o casi uno? De la personalidad múltiple al trastorno de identidad

Dentro de una política de algunos psiquiatras que rechazan la reificación de las personalidades múltiples, se proponen los defensores de una explicación psicopatológica que, en el DSM IV, da origen a un nuevo nombre, desplazando al anterior: trastornos disociativos de la identidad. La identidad disociada- “menos que una identidad”, según Spiegel- es otra cosa que la existencia en un mismo cuerpo de 16 o de 100 personalidades. Si bien los cambios de criterios definicionales que aparecen a partir de 1994 se correlacionan con una caída en la frecuencia con que se hace el diagnóstico, la cuestión de su relativismo cultural sigue en pie. Hacking llega a afirmar que las personalidades múltiples son un experimento en la comunidad norteamericana. Hasta los autores del DSM reconocen que tal vez se trate de un sindrome ligado a la cultura.

En psiquiatría existen corrientes antropológicas que, o bien buscan mecanismos que se repiten en distintas culturas (psiquiatría transcultural), o bien buscan relativizar convicciones que parecen absolutas acerca del modo de tratar personas (psiquiatría antropológica). Ambos enfoques no son excluyentes. La presencia de Damián Berenstein en nuestro curso tuvo que ver con esto. Sus observaciones personales en una comunidad senegalesa son aportadas como evidencias empíricas para concluir que los modos de tratar la disociación, así como el modo de concebir al yo, varían con las culturas.

3-Género y sexualidad: la distinción entre causa del sujeto y causas sociales

El abuso infantil en tanto trauma, se plantea actualmente como causa de las personalidades múltiples. Desde un punto de vista lógico, cuanto más inclusiva sea una clase de personas (la que a su vez puede incluir muchas clases no discriminadas), por ejemplo el abuso infantil, más afecta el modo (moral) en que nos concebimos. El efecto es mayor si esa clase está en el lugar de una causa. Graciela Musachi señaló el significado político que tiene el momento en que se decide que algo funciona como causa. Se hace evidente, continuó diciendo, que una explicación así (el abuso infantil es la causa de la afección) responde a una política de los feminismos, de la salud mental, de los opositores al psicoanálisis, etc, que existe en la cultura norteamericana. De la mano de los movimientos feministas y a partir de los ’80 se acusa a Freud de haber abandonado la teoría del trauma sexual como causa de la histeria. Las feministas en lugar de analizar los llamados abusos, se ponen, de un modo complaciente, del lado de las pacientes, afirmó. El resultado de la reabsorción del sujeto y su causa en causas sociales puede observarse en la idea de victimización de las mujeres y los niños.

4-Trauma, memoria e identidad: debates en la era de las ciencias de la memoria

Germán García explicó lo que se rechaza de la idea freudiana de trauma y memoria en una clínica del perjuicio. Respecto de la memoria, si tomamos, por ejemplo, la idea de identidad de percepción en Freud, podremos advertir la indeterminación que hay en juego allí y que repugna a los discursos de la victimización. En las huellas mnésicas se trata de lo que se fija, no como una imagen registrada por una cámara de video, sino por una experiencia de goce que se asocia, mediante una proposición, a un rasgo del objeto. Por esta razón una alucinación no es nunca como una fotografía del pasado, sino un momento en que las palabras se convierten en la percepción misma. Respecto del trauma, sostiene, la oposición fantasía/ trauma es falsa. El factor que Freud subraya allí es la sorpresa. Las discusiones acerca de la exactitud (o no) de la memoria del trauma, que no son mas que querellas judiciales entre los defensores de las terapias de recuerdos recuperados y los sostenedores del síndrome de los falsos recuerdos, se dan, finalmente, en torno a una dicotomía falsa.

Más allá, una conclusión del autor de Rewriting the soul es que en la era de la “memoro-política”,- término de inspiración foucaultiana -, ni las concepciones de la neurobiología, ni las de la psicología experimental, han sido tan determinantes, por su impacto político, como las de las concepciones psicodinámicas en las que se inscribe el psicoanálisis.

Participaron: Damián Berenstein, Germán García, Elena Levy Yeyati y Graciela Musachi.

* Basado en el libro de Ian Hacking Rewriting the soul: multiple personality and the sciences of memory. Princeton University Press (1995)

 

 

 

 
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