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2004: AÑO GOMBROWICZ

Las novelas, obras de teatro y diarios de Gombrowicz son el fruto de su disidencia del mundo predecible y de fachadas. Y así, desde esta orilla, y como un realista radical, logra transformar “la forma” narrativa, en busca de lo verdaderamente humano.
Sergio Pitol, El País

La literatura de Gombrowicz es una joya estelar en el universo de las letras excéntricas del siglo XX.
Enrique Vila Matas, El País

Un escritor excepcional, cuyo pensamiento complejo y diverso pertenece al corazón mismo de este laberíntico siglo nuestro.
Czeslaw Milosz

Gombrowicz es uno de los más profundos entre los escritores modernos, con uno de los toques más ligeros. Ferdydurque incluye, entre sus centrífugos encantos, alguna de las más auténticas y divertidas sátiras que jamás se hayan publicado.
John Updike

El año 2004, por la decisión del Parlamento de la República de Polonia, se celebra como el año Gombrowicz. Por este motivo Polonia, por primera vez, va a participar [en] la XXXª Feria del Libro en Buenos Aires. En el stand polaco se presentará lo más interesante de la literatura polaca. El programa literario se centra en la persona de Witold Gombrowicz, un escritor que une a argentina y Polonia.

Witold Gombrowicz (1904-1969) es autor de novelas, obras de teatro, una colección de cuentos y [un] diario[s]. Sus obras principales se escribieron en Argentina, adonde le llevó el destino en 1939 y donde permaneció durante 24 años. En 1947 se publicó su novela Ferdydurque traducida por un comité de autores-amigos. En 1963 se trasladó a Francia donde murió. Su obra-novelas Transatlántico, Cosmos y Pornografía, teatro y diarios- fue traducida a 30 idiomas.

En Polonia los acontecimientos vinculados con el año Gombrowicz serán, entre otros, la edición especial del Festival de Teatro en Lublin y Radom dedicadas a Gombrowicz, una conferencia en la Universidad Jaguellónica en Cracovia y gran número de publicaciones. Los Correos Polacos preparan un sello especial y los Ferrocarriles Nacionales Polacos presentan en los trenes fotos y citas del autor.

La participación polaca en la Feria del Libro en Buenos Aires ha sido preparada por el Instituto del Libro y la Embajada de Polonia en Buenos Aires.
Las actividades principales del Instituto del Libro son la promoción de la literatura polaca en el extranjero y la popularización del hábito de lectura. El instituto prepara las presentaciones literarias en las ferias del libro, festivales de literatura, publicaciones sobre las letras polacas y maneja el programa de apoyo a las traducciones del polaco ©Poland.


PROGRAMA POLACO EN LA FERIA DEL LIBRO EN BUENOS AIRES

Fecha del acto: 16.04.2004
18:00-20:00
Sala José Hernandez

GOMBROWICZ: ¿escritor polaco o argentino?

Invitados: Jerzy Jarzebski, Rajmund Kalicki, Juan Calos Gomez, Abelardo Castillo, Juan Forn (no confirmado) y Sergio Pitol (no confirmado).

Argentina y Polonia, países aparentemente tan lejanos, tienen algo en común: Witold Gombrowicz, uno de los escritores más geniales del siglo XX. Un polaco que pasó gran parte de su vida en Argentina. Los participantes de la mesa lo ven desde unas perspectivas muy variadas.


Fecha del acto: 16.04.2004
16.30-17:30
Sala Adolfo Bioy Casares

Queremos tanto a Julio- el fenómeno de la recepción de la literatura argentina en Polonia

Invitada de Polonia: Marta Jordan

En los años 70 todos los polacos leían “Rayuela”, llamada “la Biblia verde” (por el color de las tapas del libro). ¿A qué se debía esta popularidad? ¿Cuáles autores se tradujeron al polaco? ¿Siguen los polacos leyendo a argentinos?


Fecha del acto: 17.04.2004-03-10
20:30-22:00
Sala Alfonsina Storni

¿Y después de Gombrowicz?: la nueva narrativa polaca

Invitados de Polonia: Jerzy Jarzebski y Jerzy Sosnowski

La literatura polaca sigue siendo considerada como una de las más interesantes en Europa. Sosnowski, uno de los autores polacos más leídos (y entusiasta de Cortázar) y Jarzebski, uno de los críticos más reconocidos, conversan sobre como cambiaron las letras polacas, cuáles son sus características y obras destacadas.

Participantes:

Jerzy Jarzebski es crítico e historiador de la literatura, especialista en Gombrowicz, profesor de la Universidad Jaguellona (Cracovia).

Jerzy Sosnowski es escritor, profesor, historiador de la literatura, periodista de la radio, articulista y también crítico literario.

Marta Jordan es traductora e investigadora de las relaciones polaco-argentinas.

Rajmund Kalicki es traductor de la literatura hispanoamericana al polaco, publicó varios textos críticos, investigó la etapa argentina de la vida de Gombrowicz.

Abelardo Castillo es un reconocido escritor argentino y conocedor de la obra de Gombrowicz.

Juan Carlos Gómez es un amigo y gran conocedor de Witold Gombrowicz, publicó varios textos sobre su persona y su obra.

Organizadores:

Instituto del Libro
(Instytut Ksiazi)
Willa Decjusza
Ul. 28 lipca 17ª
30-233 Kraków
tel.: (+48 12) 625 43 42, 625 43 23
fax: (+48 12) 625 43 32
www.polska2000.pl
contacto: Tomasz Pindel, e-mail: tpindel@polska2000.pl

Embajada de Polonia en Buenos Aires
Calle Alejandro Maria de Aguado 2870
1425 Buenos aires
Tel. 4802 96 81/82
Fax 4802 96 83

Muestra “El enigma de Gombrowicz” en el Centro Cultural Borges:

“Yo no idolatro la poesía, yo no soy excesivamente progresista ni moderno, yo no soy un intelectual típico, yo no soy ni nacionalista ni católico, ni comunista ni hombre de derecha, yo no venero ni a la ciencia, ni al arte ni a Marx, ¿Qué soy yo entonces?, la mayoría de las veces soy simplemente la negación de todo lo que afirma mi interlocutor”
Witold Gombrowicz

El Instituto del Libro, el Centro Cultural Borges y la Embajada de Polonia organizan conjuntamente la muestra “El enigma de Gombrowicz” que se inaugura el Jueves 18 de Marzo a las 19:00 horas en el Auditorio del CCBorges y se presenta como un homenaje a Witold Gombrowicz (1904-2004) a los cien años de su nacimiento.

El objetivo de este homenaje es que el público pueda conocer a este singular personaje y la importancia que tuvo su obra en el pensamiento literario e intelectual del siglo XX. La muestra se centrará en el período 1939-1963 años en los que Gombrowicz residió en la Argentina.
La exhibición estará estructurada en cinco núcleos temáticos que estarán atravesados por la palabra de Gombrowicz, a través de éstos el público podrá acercarse a la vida y obra del escritor.

1. Polonia - La historia
2. Argentina
3. La literatura – Las obras
4. El tiempo – El yo – El dolor
5. Las bellas artes – Las ciencias

La muestra estará compuesta por cartas dirigidas a sus amigos argentinos, fragmentos de su Diario, citas y comentarios sobre sus libros, fotografías que lo muestran con su círculo de amigos de Buenos Aires y los lugares que frecuentaba, y dibujos originales.
Dentro del marco de la misma se realizarán ciclos de cine y mesas redondas, en las que distintos especialistas disertarán sobre la obra de Gombrowicz.

Programa:

18 de Marzo a las 19:00 horas: Apertura de la muestra, conferencia de Juan Carlos Gómez y Rajmund Kalicki.

22 de Marzo a las 19:00 horas: “Gombrowicz, este hombre me causa problemas” por Juan Carlos Gómez y Rajmund Kalicki.

19 de Abril a las 19:00 horas: “Witold en nuestras mentes” por Miguel Grinberg y Alejandro Russovich.

Ciclo de cine (microcine del Centro Cultural Borges):

22 de Marzo y 19 de Abril a las 17:00 horas: “Witold Gombrowicz” (1969) entrevista realizada por Michel Polac y Michel Vianey. Duración: 60 minutos.

23 de Marzo y 20 de Abril a las 17:00 horas: “Oceaniques” (1985). Film concebido por Estelle Germain Thomas y Andrej Wolski. Duración 120 minutos.

24 de Marzo y 21 de Abril a las 17:00 horas: “Gombrowicz o la seducción” de Alberto Fisherman. Duración 105 minutos.


La muestra dura del 18 de marzo al 30 de abril de 2004.
1er. Piso Espacio Borges. Centro Cultural Borges. Viamonte esquina San Martín.
Informes: 5555-5359
e-mail: prodborges@yahoo.com.ar


Y JULIO POR TODAS PARTES

… y esta noche en Viena está cantando Ella Fitzgerald mientras en Paris Kennedy Clarke inaugura una cave y en Perpignan brincan los dedos de Oscar Peterson, y Satchmo por todas partes con el don de la ubicuidad que le ha prestado el Señor, en Birmingham, en Varsovia, en Milán, en Buenos Aires, en Ginebra, en el mundo entero…
(Julio Cortázar, Rayuela)

Me gustaría que lo vieras: un ocaso lluvioso, frío entre las casas, maquilladas permanentemente de ceniza y de hollín por las locomotoras de vapor que pasan cerca. Los puntitos verde claro de las farolas marcan el camino a lo largo de la valla del campo de fútbol del barrio. Estamos en Otoño de 1977. En un barrio obrero de Varsovia, Polonia. Llevo un jersey holgado y unos bastos tejanos de fabricación nacional, una chaqueta lila con forro que destiñe cuando se moja. Acabo de entrar en el instituto. Tengo 15 años, todavía no vivo en el interior de la historia, son mis últimos meses de la infancia: nadie que conozca lucha contra el comunismo, aunque en nuestro barrio se puede ver claramente como “esta dictadura del proletariado” es de mentirijilla; dicen que mi nuevo profesor de polaco sufrió represalias por parte de la policía secreta, pero no sabemos los detalles, realmente es como si se tratara de una operación de una larga y vergonzante enfermedad. Todavía no sé que pensar de la sociedad, como imaginarme la sociedad y el sitio que yo tengo que ocupar en ella; en cuanto a mis convicciones éticas, tengo suficiente (o casi) con los conceptos de “bueno” y “malo”, que relaciono vagamente con los diez mandamientos. Pero mi madre, que, dicho sea de paso, es ingeniero electrónico, me ha inculcado su fascinación por los artistas y el arte; he ido unas cuantas veces al teatro de los “mayores” y más de una vez volví con fiebre. Además, el novio de mi hermana se interesa por el jazz, así que, para parecer mayor de lo que soy, me esfuerzo a escuchar jazz. También he oído algo sobre el anarquismo (¿pero qué? ¿y cuándo? Quien sabe). De todo esto se puede deducir que estoy bastante confundido, quiero ser artista, vanguardista, anarquista, quizás actor, quizás saxofonista en una banda de jazz. Aunque también quiero ser astrónomo y asceta (en nuestra parroquia tenemos una iglesia de estilo neogótica muy bonita, donde el alma se eleva sola hacia el cielo y si no fuera por las mujeres a las que repaso con una mirada de virgen hambriento, cada día comulgaría, pero claro, no me encuentro digno). Pues quiero ser todo eso y noto que estoy atrapado en una cierta provisionalidad: ¿será culpa del colegio? ¿De Varsovia? ¿De la Europa del Este? ¿O quizás de la Tierra, ya que tan sólo estamos de paso?
En el marco de esta provisionalidad voy pues por una calle estrecha entre la valla del campo de fútbol del barrio y una hilera de casas, que un filántropo de entreguerras construyó para los trabajadores. En el patio se encuentra la biblioteca, que es donde me dirijo; dentro alguien en este momento está devolviendo un libro, lo deja en el tablero, es importante que sea precisamente en este momento. Entro, lo cojo y leo que: “A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros…”, que “rien ne vous tue un homme comme d'être obligé de représenter un pays”, y me lo llevo en el acto, a pesar de las protestas de la bibliotecaria, que dice que tal vez es demasiado difícil para mí, y que no lo entenderé; sé que no tiene razón, pero lo que no sé es si”¿Encontraría a Marga?”, y probablemente aquella noche todavía no, pero seguro que el día siguiente desaparecería rápido en medio del barrio de trabajadores y de los edificios que necesitan una buena reforma, pues aparecerían Pont des Arts y el Bulevard St. Germain, y Ella & Oscar: April in Paris, this is the feeling…
En aquel tiempo ir por la ciudad con la traducción polaca de Rayuela causaba sensación. Toda mi generación ha bebido de los escritores latinoamericanos, y Cortázar nuestra auténtica pasión (aunque reconozco que también había la sección de García Márquez). En los cuentos que en aquella época escribía-siempre y cuando mi madre no interrumpiera mi inspiración, al preguntar en un tono seco y amenazante: “Y cuándo piensas hacer los deberes?”-intentaba amoldar mi estilo al del Maestro, alargando la frase hasta los límites de la sintaxis polaca. Incluso ahora las tengo que recortar sin ningún resultado… Con mis amigos decidimos hacer un espectáculo basado en el capítulo 17 de Rayuela (en un principio tenía que ser una recitación conjunta con una percusión sincopada como fondo). Y cuando años más tarde una amiga de mi hermana me regaló su ejemplar de la novela, para mí no fue un regalo, sino que fue una distinción. Me parece evidente que después me fuera a París con precisamente Rayuela bajo el brazo, en lugar de guías turísticas: antes de fichar en el Louvre, tuve que ver con mis propios ojos la rue Varenne y el Parc Montsouris. Entonces experimenté realmente la continuidad de los parques: estaba decepcionado porque nadie tiraba al fondo de la barranca de césped mojado un roto paraguas negro. Y aunque después tuviera la oportunidad de estar tumbado con la noche boca arriba, en el fondo siempre pensé que todavía no era el último round, y que en el ciego muro finalmente una ventana me haría un guiño. Una ventana para mí solo.
Todo esto es una historia de hace muchos años. En mi primera novela rendí homenaje a Rayuela; en la actualidad intento crear mis propias historias, hablar con mi propia voz. Pero en el fondo, cuando escribo me muevo continuamente entre las fronteras de lo fantástico y lo real, intento ser desconfiado ante la abrumadora cotidianeidad a la que estamos acostumbrados, y creo “que buscar es mi signo”. Estas tardes, como aquella, en realidad no desaparecen. Así pues Julio, reconozco que estás por todas partes con el don de la ubicuidad que te ha prestado el Señor.

 

El Murciélago 2004